Cuando decimos arte con lápices, parece que nos referimos a dibujos hechos a lápiz o con lápices y no, en este caso no. Estamos hablando de esculturas o piezas hechas con trozos de lápices o puntas de lápices de colores realizados por la artista procedente de Johannes burgo (Sudáfrica) y afincada en Boston, Jennifer Maestre. Un trabajo muy interesante, sofisticado y seguro que muy laborioso (al parecer tarda entre dos semanas y un mes en terminar una figura), que ha recorrido museos y galerías de todo el mundo. Flores-Cactus con formas de gato, pez, concha, torres, búhos, singulares mascotas y otras criaturas espinosas… según ella inspiradas en los erizos de mar. Creaciones exóticas e inquietantes que nos atraen y repelen al mismo tiempo por su carácter afilado, punzante. Una perfecta suerte de “mírame y no me toques”.
Nos explica Jennifer Maestre:
"Son metáforas de nuestro empeño por protegernos,
por defender nuestra personalidad y nuestra alma. Los seres vivos seducimos e
inspiramos rechazo al mismo tiempo".
Jennifer también realizó con anterioridad esculturas de cristal (pero no
resultaba rentable) o esculturas de
clavos y caucho líquido (resultaba demasiado tóxico), más de
momento se decanta definitivamente por afilar lápices e irlos uniendo con
maestría, fervorosa paciencia y con hilo, sí, con hilo, exactamente igual que
las cuentas de un collar.