Conoce a estos pintores Venezolanos


Sigfredo Chacón: Es una de las personalidades mas firmes de las últimos años, caracterizado por ser constante en el rescate de la pintura por sí misma. Su proceso ha consistido en quitar al hecho visual todo lo superfluo o innecesario, para encontrar una revelación distinta, sustentadora, que se sobreponga precisamente a todo lo anecdótico y superficial. Heredero de Rothko, Rotterdam y Reihardt, el artista asume las enseñanzas como nuevos principios.




Juan Iribarren: Su pintura no es identificadora de una realidad, pero parte de ella. Objetos y elementos, en apariencia sin importancia están allí como trazos o manchas de color sin aportar en el fondo ningún valor adicional a la obra. Combina la austeridad con una fuerte expresividad. Por el recurso del frotado y la sobreposición de trazos el resultado no es una simple tela pintada.




Eugenio Espinoza: Siempre ha sido un artista poco convencional. Su trabajo es de esos que, coherente y responsablemente, están entramados con un momento espiritual del ser humano. Desde hace muchos años comenzó a trabajar obras de grandes dimensiones, algunas casi gigantes, en las que la cuadricula lo era todo: tema, concepto y forma. Poco a poco, en un lento proceso de reflexión, la cuadrícula fue evolucionando para presentarse en cada serie, como el resultado nuevo de acciones y reacciones. Una pintura que expresa la lucha del artista con la realidad. Los matices sutiles y sublimes de color, conceptualizan gráficamente lo espiritual de la pintura y sus valores plásticos.



Carlos Zerpa: Artista venezolano muy conocido en Colombia, desde sus ya famosas "performances" presentadas en su primera participación en la Bienal de Medellín. Polifacético y dinámico, constante y talentoso, Zerpa se ha proyectado como una gran figura del arte venezolano. Si se tuviera que clasificar su obra, pintura y escultura, se tendría que apelar a las últimas tendencias que han aparecido en el arte internacional. Y es la amalgama de lo internacional con lo profundamente local, lo que impregna una obra cargada de símbolos y signos. Una iconografía simbólica de la violencia, de lo mas superficial que tiene la sociedad contemporánea. Sus pinturas son el "cómics" tratado en términos formales y agresivos. Fuertes colores y líneas valorizadas, construyen imágenes figurativas que en una primera instancia remiten a la cotidianidad.

Alirio Palacios: La obra de Alirio Palacios a sido siempre analizada como una expresión de sus vivencias y experiencias personales en el entorno del paisaje local de su infancia, (nació en delta Amacuro), y de sus andanzas como ciudadano del mundo (ha vivido en Pekín, Cracovia, Nueva York y Caracas, entre otras ciudades). Las imágenes creadas por el artista son altamente expresivas. A realizado numerosas muestras individuales en Nueva York y otros sitios.



Manuel Pérez: Fragilidad y densidad, sin contradicciones, son dos aspectos que inmediatamente se notan en su serie de pinturas de gran formato. También son abstractas y figurativas. Lo figurativo se resuelve en signos, mientras que lo abstracto en los planos que estructuran la composición.




Víctor Hugo Irrazábal: Sus obras evidencian una gran madurez artística que se suma a la complejidad conceptual que las motiva. El entorno de sus temas lo conforman la diversidad, exuberancia y ferocidad. Algunas se inspiran en geometrismos del arte aborigen.




María Eugenia Manrique: coloca tres grandes cuadros en una pared-panel y escribe en los márgenes e incorpora maderas talladas y pintadas, con lo que logra entonces una sola obra, ensamblada por la escritura, la pintura y el volumen.




Ricardo Benaim: Sobrepone papeles hechos a mano, en los que cambian sus dibujos, texturas, colores, formato y elemento de unión.





Luis Romero: Traza a lápiz una fina cuadrícula sobre el espacio ya pintado. Luego su composición tiene deslindes que son parte integral de la obra. Contrasta dos zonas en blanco -la montaña- y negro -el fondo. El resto son sensaciones a partir de la pintura, y descubrir, acaso, breves líneas verdes envueltas en la luminosidad del blanco. Se ve una obra cercana a las formas y trazos de la pintura infantil, tendencia muy en boga en distintas pinturas. Es un representante del arte figurativo.