Los críticos consideran que Venezuela es un país visual.
Ningún otro país del continente a dado la cantidad de artistas plásticos que ha
dado Venezuela, de la talla de Reverón, Soto, Marisol, Cruz Diez, Otero, Gego o
Meyer Vaisman y Hernández Diez de la última generación. Pero la pésima política
oficial le ha hecho mucho daño al arte en este país.
Las opiniones sobre lo que han sido las artes plásticas de
estos años son variadas y contradictorias. El curador Miguel Miguel afirma que
en Venezuela actualmente no hay pintores y los artistas que tienen una obra
interesante, de valor, son artistas que utilizan otros medios como el video
arte, la fotografía, el proceso multimedia, las instalaciones, un arte conocido
como Site Specific en EEUU, en fin, la tecnología.
Tan variadas son las obras,
que muchos son partidarios de que el país forma parte de la realidad en que no
se pueden crear categorías para clasificar la expresión actual, siendo tajante
el hecho de que la alta generación de ideas innovadoras van por encima de
cualquier estigmatización. Tal actitud tiene entre sus raíces y antecedentes el
ready/made de Duchamp, que hizo posible el ingreso triunfal del objeto de los
otros, el industrial, el producto de maquinarias y operaciones totalmente
extrañas al campo de lo artístico, la célebre sentencia del alemán Joseph Beuys
de que todo el mundo es una artista y por último el acelerado desarrollo de los
medios de comunicación y la avalancha de información.
Esta creación híbrida en distintos sentidos, parece
funcionar y crecer hacia el atajo, la condición marginada, el ámbito de la
información y la comunicación, las categorías de creación de modelos alternos
de lenguaje. El arte parece suceder en todos lados menos en los centros consagrados
y autoritarios con poder de difusión y albergue de la obra. Aunque Venezuela
sea el país con los museos de arte contemporáneo más importantes de Sur
América, estos se tornan pequeños e incómodos cuando se intenta organizar
cualquier evento expositivo que vuelque su atención hacia las nuevas
experiencias de los hacedores de arte.
En cuanto al aspecto negativo, muchos son los artistas que
se quejan de la enorme mercantilización del arte, que a conducido a la
restricción de la libertad creadora, por tener que estar mas pendientes de
conseguir el dinero para su financiamiento, dependiendo constantemente de la
empresa privada o del gobierno, corriendo detrás de las exposiciones, sin
preocuparse de lo mas importante, que es innovar y desarrollar su potencial.
También, se critica la tendencia de los llamados curadores venezolanos - que
son pocos por cierto - a valerse de una visión totalmente internacionalizada,
para analizar la producción nacional que en algunos casos se vale de un sentir
artístico muy propio. Además, usando un vocabulario complicado y casi sin
traducción de los idiomas que aprendieron en sus estudios en el exterior, que
complican mas la situación de la incomprensión del trabajo artístico.
o tajante
el hecho de que la alta generación de ideas innovadoras van por encima de
cualquier estigmatización. Tal actitud tiene entre sus raíces y antecedentes el
ready/made de Duchamp, que hizo posible el ingreso triunfal del objeto de los
otros, el industrial, el producto de maquinarias y operaciones totalmente
extrañas al campo de lo artístico, la célebre sentencia del alemán Joseph Beuys
de que todo el mundo es una artista y por último el acelerado desarrollo de los
medios de comunicación y la avalancha de información.
Esta creación híbrida en distintos sentidos, parece
funcionar y crecer hacia el atajo, la condición marginada, el ámbito de la
información y la comunicación, las categorías de creación de modelos alternos
de lenguaje. El arte parece suceder en todos lados menos en los centros consagrados
y autoritarios con poder de difusión y albergue de la obra. Aunque Venezuela
sea el país con los museos de arte contemporáneo más importantes de Sur
América, estos se tornan pequeños e incómodos cuando se intenta organizar
cualquier evento expositivo que vuelque su atención hacia las nuevas
experiencias de los hacedores de arte.