La posibilidad de hacer circular imágenes masivamente y de
forma casi gratuita, aparecida con internet, permitió por fin compartir las
obras de arte urbano –siempre de corta vida– con una gran audiencia, y ha sido
–junto a las cámaras fotográficas digitales– la principal causa de la inmensa
explosión en la producción de arte urbano ocurrida en las calles de todo el
mundo a partir del cambio de siglo. Esta es, sin duda, el principal y
enormemente significativo papel que los medios de comunicación han jugado en la
evolución del arte urbano. Mas allá de esto, internet ha tenido diversos otros
efectos sobre el fenómeno.
“La inmediatez comunicativa de internet ha dado lugar a una
escena internacional homogénea y estrechamente interconectada.”
Internet permite a los artistas conocer las reacciones del
público ante su obra. Sobre esto dice Swoon: “Trabajo en la calle por varias
razones, una de ellas el deseo de comunicarme con la gente. Para mí internet ha
representado una especie de barómetro del éxito de esa comunicación. He
recibido muchas historias sobre mi trabajo que nunca hubiera oído de otra
manera”. Dan Witz encuentra otro valor de internet en su
capacidad de democratizar las posibilidades de llegar a captar la atención del
mundo del arte:
Ya no hace falta conocer a la gente adecuada para conseguir
mostrar tu trabajo. Ahora, un artista tiene la posibilidad de que, si hace un
buen trabajo, la gente llegue a verlo. No hace falta que vayas a las cenas
adecuadas ni que seas amable o tengas buen aspecto, no importa dónde estudiaste
o quién te apadrina. No soy un inocente, sé que todo eso aún importa. Pero,
gracias a páginas como Wooster, ya no tiene una hegemonía tan abrumadora.
Pero el principal papel de internet en la escena del arte
urbano es equivalente al que juega en la del graffiti: internet es el “nuevo
metro” del graffiti, el soporte que lleva las obras de una punta a otra de la
escena, ya no circunscrita a una ciudad sino extendida por todo el mundo. De la
misma manera, internet es para los artistas urbanos simplemente “otra pared”.
En palabras de Blek: “Internet es sólo otra pared. Dejas una imagen a la vista,
sabiendo que al día siguiente miles de personas van a ver tu trabajo y a
reaccionar, solo que esta vez es sobre una pantalla y no sobre ladrillo”. El
artista James Powderly habla así de las tácticas de difusión de su colectivo:
“ usamos internet de la misma manera que los viejos artistas del graffiti
usaban el metro. Ellos dejaban a los trenes la tarea de difundir sus obras por
la ciudad, y nosotros usamos ahora estos vídeos e internet para difundir
nuestro trabajo por el mundo”.
Efectivamente, con internet, cualquier artista urbano puede
dar a conocer su obra. Y no solo es indiferente dónde trabaje, tampoco importa
si su obra es mejor o peor. Igual que ocurre en la propia calle, en internet no
hay ningún filtro que garantice un nivel determinado de calidad. Pero, además,
el medio tiene la cualidad de otorgar una apariencia de credibilidad a las
obras que reproduce, lo cual distorsiona la capacidad autocrítica de los
artistas, sobre todo de los principiantes, acentuando la merma de calidad media
de las obras.
Dice Mark Schiller: “En la parte negativa, internet diluye
también la calidad del arte que está en la calle. Internet hace demasiado facil
apañar una pegatina, pegarla en la farola de tu calle, sacar una foto, y sentir
de pronto que mereces alabanzas por ser unartista urbano”.
nocente, sé que todo eso aún importa. Pero,
gracias a páginas como Wooster, ya no tiene una hegemonía tan abrumadora.
Pero el principal papel de internet en la escena del arte
urbano es equivalente al que juega en la del graffiti: internet es el “nuevo
metro” del graffiti, el soporte que lleva las obras de una punta a otra de la
escena, ya no circunscrita a una ciudad sino extendida por todo el mundo. De la
misma manera, internet es para los artistas urbanos simplemente “otra pared”.
En palabras de Blek: “Internet es sólo otra pared. Dejas una imagen a la vista,
sabiendo que al día siguiente miles de personas van a ver tu trabajo y a
reaccionar, solo que esta vez es sobre una pantalla y no sobre ladrillo”. El
artista James Powderly habla así de las tácticas de difusión de su colectivo:
“ usamos internet de la misma manera que los viejos artistas del graffiti
usaban el metro. Ellos dejaban a los trenes la tarea de difundir sus obras por
la ciudad, y nosotros usamos ahora estos vídeos e internet para difundir
nuestro trabajo por el mundo”.
Por último, más allá de ser otro soporte útil para las
imágenes de obras de calle, internet tiene un enorme potencial propio, que
Banksy supo manejar a su favor. Internet, y sobre todo Youtube, se han
convertido en el potente trampolín de los llamados vídeos virales, que se
transmiten boca a boca en una vertiginosa progresión aritmética. La escalada de
Banksy en los medios de comunicación generalistas, a la que nos referíamos más
arriba, fue precedida y provocada por la popularización en internet de una
serie de acciones del artista pensadas para transmitirse en forma de vídeos en
Youtube.
e demasiado facil
apañar una pegatina, pegarla en la farola de tu calle, sacar una foto, y sentir
de pronto que mereces alabanzas por ser unartista urbano”.
nocente, sé que todo eso aún importa. Pero,
gracias a páginas como Wooster, ya no tiene una hegemonía tan abrumadora.
Pero el principal papel de internet en la escena del arte
urbano es equivalente al que juega en la del graffiti: internet es el “nuevo
metro” del graffiti, el soporte que lleva las obras de una punta a otra de la
escena, ya no circunscrita a una ciudad sino extendida por todo el mundo. De la
misma manera, internet es para los artistas urbanos simplemente “otra pared”.
En palabras de Blek: “Internet es sólo otra pared. Dejas una imagen a la vista,
sabiendo que al día siguiente miles de personas van a ver tu trabajo y a
reaccionar, solo que esta vez es sobre una pantalla y no sobre ladrillo”.8 El
artista James Powderly habla así de las tácticas de difusión de su colectivo:
“usamos internet de la misma manera que los viejos artistas del graffiti
usaban el metro. Ellos dejaban a los trenes la tarea de difundir sus obras por
la ciudad, y nosotros usamos ahora estos vídeos e internet para difundir
nuestro trabajo por el mundo”.